El contorno sirve para esculpir el rostro y definir los rasgos mediante luces y sombras. Para ello, se aplica un tono más claro en las zonas que se quieren resaltar y un tono más oscuro en las que se quieren disimular.
El contorno se puede utilizar en: La frente para hacerla ver más pequeña, Los pómulos para realzarlos, La nariz para estilizarla, La línea de la mandíbula para definir su forma.